Cómo ser libre de la pornografía y vencer el pecado sexual
Detrás de todo pecado sexual se encuentran los poderes de Satanás. Quienes caen en pecados sexuales están bajo el dominio de las tinieblas, ya que Satanás utiliza el sexo como estrategia principal para controlar nuestra vida y conducta. La tentación sexual es su táctica más efectiva para debilitarnos espiritualmente.
Para ser libre de la pornografía, necesitas tomar acciones concretas:
1. Controla lo que miras
La libertad comienza por controlar tus ojos. Haz un pacto diario con Dios y comprométete cada mañana diciendo:
"Señor, hoy me comprometo a cuidar mis ojos. Me levantaré temprano, buscaré tu presencia en la Biblia y llenaré mi vida del Espíritu Santo. Confieso mis pecados y me comprometo a rechazar imágenes provocativas y materiales pornográficos."
Cada vez que decides no mirar, estarás derribando fortalezas espirituales.
2. Persevera en tus decisiones diarias
Al mantener este compromiso por varios días seguidos, notarás que comienzas a ser libre. Cada negativa a la tentación es un ladrillo menos en la fortaleza mental que Satanás ha construido en tu mente. El apóstol Pablo nos enseña en 1ª Corintios 9:25-27 sobre la importancia de someter el cuerpo a la voluntad del espíritu para evitar caer.
3. Comprende cómo opera la tentación
Cada vez que permites que tus ojos miren algo indebido, Satanás agrega ladrillos a esa muralla espiritual en tu mente, haciéndote más difícil la liberación. Debes entender que la batalla se libra en la mente, no solo en los ojos, pues ellos son únicamente instrumentos del cerebro.
4. Rechaza la infidelidad y el adulterio
No puedes servir efectivamente a Dios ni tener una vida espiritual saludable si eres infiel a tu pareja. Dios conoce tu corazón y no tolerará la hipocresía o el adulterio. Es crucial que tomes una decisión definitiva hoy mismo.
5. Experimenta la libertad a través del perdón de Cristo
En esta noche, Dios te ha traído aquí para ofrecerte verdadera libertad mediante el poder liberador de la sangre de Jesucristo. Reconoce con sinceridad:
"Dios mío, estoy pecando y no puedo continuar así. Quiero ser libre y vivir en pureza."
Si no tomas esta decisión, podrías enfrentar consecuencias espirituales severas, pues Dios espera una decisión firme de tu parte.
Conclusión:
Ser libre de la pornografía es posible mediante el compromiso diario con Dios, el autocontrol visual, la perseverancia en decisiones espirituales, y aceptando la gracia liberadora de Jesucristo. Hoy puedes derribar fortalezas espirituales y comenzar un camino hacia una vida plena y limpia ante Dios.
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